¿Cómo afectan los aranceles de Trump al sector agroalimentario?

Los aranceles de Trump a los productos agroalimentarios de la UE han entrado en vigor, concretamente el pasado 18 de octubre. Los países más afectados son Francia, Alemania, Reino Unido y España. Sin embargo, aunque la guerra arancelaria parezca cosa de actualidad, lo cierto es que el conflicto lleva gestándose desde hace mucho más tiempo.
En el año 2004, EEUU reclamó a la Organización Mundial de Comercio la financiación con créditos por debajo de precio de mercado al fabricante de aviones europeo Airbus por parte de la UE. Este trato de favor perjudicó a la competitividad de la empresa americana Boeing y por eso la OMC autorizó a EEUU, tras años de arbitraje, la aplicación de una serie de aranceles por valor de 6.900 millones de euros, una cifra muy por debajo de la sanción inicial y que sin embargo es la más elevada que jamás haya sido autorizada.
Así llegamos al día de hoy, con unos aranceles que en el caso de España son especialmente dañinos ya que se aplicarán sobre productos del sector agroalimentario que dependen en gran medida del mercado estadounidense: el aceite, las aceitunas, el vino, el queso y la carne. La Unión Europea quiere evitar una guerra comercial, pero está abierta a considerar usar un pleito comercial similar que se le perdonó a Washington por valor de 4.000 millones de euros.
Los sectores de la aceituna, del aceite de oliva y del vino: los más afectados.
Mientras el sector reclama ayudas a Bruselas, las empresas diseñan sus propias estrategias para sobrellevar la nueva situación. De hecho, ASEMESA (Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa) ya ha iniciado un proceso por la vía judicial, reclamando unos aranceles abusivos a la OMC y solicitando una revisión administrativa. Por otro lado, algunas empresas ya están dirigiendo su mirada a China, en busca de un gran mercado con ausencia de aranceles y con una demanda que pueda sustituir a la de Estados Unidos.
El sector de la aceituna es de los que se enfrenta a una situación más compleja, pues ya estaba afectado por un arancel del 35% a la aceituna negra para hacer a la aceituna californiana más competitiva. Sus ventas se encuentran a la baja desde 2016, y aunque en 2019 una muy mala cosecha de los países competidores ha favorecido las ventas, la situación no tiene perspectivas de mejorar a corto plazo. Pese a todo, ASEMESA señala que ningún otro país del mundo puede sustituir a España en cuanto a la producción de aceituna se refiere.
Según datos del FIAB, el aceite de oliva sería el gran perjudicado con pérdidas de 425 millones de euros. No sólo se vería afectado por las ventas en Estados Unidos, si no que también por las ventas en Italia si se confirma que los aranceles se aplican también a productos en origen. Algunos productores han optado ya por envasar el aceite en Estados Unidos, aprovechando con que los aranceles no se aplicarán a productos a granel. Los productores señalan que dada la situación, el aceite español se queda fuera del mercado estadounidense.
El vino tampoco se queda atrás en cuanto a complejidad, pues su situación se ha visto también afectada por las negociaciones entre Macron y Trump acerca de los aranceles sobre el vino francés, lo que podría suponer un doble golpe. Por un lado los aranceles de Trump, que podrían alcanzar los 300 millones de euros en pérdidas, y por otro lado, de llegar a un acuerdo Macron con Trump de retirar la Tasa Google a cambio de los aranceles al vino francés, el vino español podría encontrarse en una situación de clara desventaja competitiva.