Noticias de interés 09/06/2023
El regadío supone más del 85% del consumo total del agua

En la actualidad, en España, el regadío representa más del 85% del consumo total. A pesar de los intentos de modernización de los sistemas de regadío para aumentar la eficiencia en el uso del agua, esto ha tenido el efecto contrario, ya que los volúmenes liberados se han utilizado para abastecer nuevos regadíos, lo que ha llevado a un aumento en el consumo total de agua en la agricultura.
Este crecimiento exponencial del regadío ha provocado que los embalses se mantengan siempre bajos, ya que el agua se dirige directamente a los regadíos, lo que hace que España sea vulnerable a la sequía debido al calentamiento global, algo común en el clima mediterráneo. Actualmente, los niveles de los embalses en España se sitúan por debajo de la media de los últimos 10 años.
En algunas regiones, como Andalucía y la cuenca del Guadiana, la situación es especialmente preocupante, con embalses que se encuentran significativamente por debajo de la media. Cataluña también enfrenta una situación crítica, con embalses y acuíferos con niveles muy bajos. El informe advierte que podrían ser necesarios cortes diarios de agua en el suministro de ciudades andaluzas y municipios debido a la escasez de agua.
Ante este panorama, Ecologistas en Acción solicita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que se tomen medidas urgentes, como el corte total de riego en las demarcaciones hidrográficas donde los embalses estén 20 puntos o más por debajo de la media de los últimos 10 años. También se pide una restricción sustancial del riego en el resto de las demarcaciones y la prohibición de crear nuevas áreas de regadío. Además, se sugiere reducir la superficie de regadío existente, especialmente en grandes explotaciones y cultivos que normalmente no requieren riego.
Estas medidas se consideran necesarias para garantizar el suministro de agua a las poblaciones y mantener los caudales ambientales de los ríos. En caso de no tomar estas acciones, se advierte que el sistema hídrico colapsará en amplias zonas de España, lo que implicaría cortes diarios de agua cada vez más largos y una disminución en la calidad de vida de los habitantes.
La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible en España, en su propio diagnóstico, ha reconocido pérdidas del 23% del agua potable a través de redes de distribución. Según un artículo de elEconomista, aseguran que la agricultura española está sufriendo una de las peores sequías de su historia y que los agricultores solo tienen un 35% de sus cultivos asegurados por un seguro. Como consecuencia, la sequía reduce la producción generando cosechas más pobres, estresa las plantas haciéndolas más propensas a enfermedades y plagas. Además, incrementan los costos de producción debido a la necesidad de invertir en sistemas de riego y tecnología de conservación de agua.
Por otra parte, esa escasez provoca un crecimiento desacelerado de la economía, de tal forma que, según el banco Mundial informó en 2021, en el año 2025 las tasas de crecimiento económico podrían disminuirse en un 6% del PIB en regiones con escasez de agua.