¿Qué podemos esperar después del confinamiento?
Actualizado: 22 may 2020

Tras dos meses de confinamiento y ríos de tinta destinados a comentar la evolución de la pandemia, la actualidad sigue sumida en un profundo pozo de incertidumbre. Esta situación ha cogido por sorpresa tanto a gobiernos como a empresas y no sólo se sigue sin determinar una estrategia clara a seguir a partir de ahora, sino que parece que hasta dentro de unos meses continuaremos sin saber a ciencia cierta cuál es el futuro que nos aguarda al final de este camino.
Uno de los puntos que hay que tener en cuenta es que cada país y cada territorio ha sufrido los efectos del coronavirus de manera distinta. Es más, económicamente los resultados son muy diversos dado que su impacto no se ha dejado notar de la misma manera en todos los sectores. Por ejemplo, dadas las restricciones de movilidad y concentración de personas en espacios públicos, el sector del turismo será uno de los más afectados, y es bien sabido que el impacto en España va a ser notable dado que el sector del turismo suponía el 12,2% de su PIB al cierre del ejercicio de 2019. Es por esto que se hace difícil definir un plan de actuación que sea satisfactorio a nivel general.
Sin embargo, y pese a todo, las crisis son siempre oportunidades de cambio y, en el mundo de los negocios, esto significa invertir. De hecho, las industrias de gran consumo del sector agroalimentario, que son de las pocas que se han mantenido durante la crisis o que incluso han aumentado sus ventas (tal y como analizamos en este post), se encuentran en una posición envidiable; su aumento en ventas les habrá otorgado una liquidez que podrán destinar a adaptarse a la nueva normalidad post Covid-19.
China también se puede beneficiar de esta situación, aún falta por ver cómo seguirán las relaciones diplomáticas con el gigante asiático y cuál ha sido de verdad el impacto del coronavirus en su economía, pero ser el primer país en superar la pandemia le da ventaja para implementar las medidas necesarias para marcar distancias con el resto de países que aún están aguantando el chaparrón. De hecho, el Federal Retirement Investment Board), una agencia que gestiona casi 600.000 millones de dólares de fondos para la jubilación de empleados federales y miembros de las fuerzas armadas estadounidenses, estaba preparando un cambio en la componente internacional de su fondo para incluir acciones de empresas chinas; hasta que el pasado 12 de mayo Trump le prohibió invertir en empresas chinas al considerar que algunas de ellas representan un peligro para la seguridad nacional.
Mientras tanto, ¿qué podemos esperar en España? De momento hay que tener en cuenta que las empresas necesitan adaptarse a los cambios provocados por la crisis tras su paso, y para ello es necesario liquidez. Esto se traduce en venta de activos, desinversiones y lo más importante: enormes inyecciones de capital por parte de los bancos centrales. Por un lado y por el otro, habrá empresas que necesiten liberarse de activos y otras tendrán la liquidez necesaria para adquirirlos. Y dada la baja concentración tan característica del tejido empresarial español, España tiene muchos números para convertirse en un escenario ideal para el M&A, ya sea para invertir o para buscar sinergias con empresas ya consolidadas.